Hay un viejo refrán que dice: "Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo". Un nuevo estudio publicado en The Journal of Nutrition proporciona evidencia de que tal vez todos deberíamos hacer eso.
El estudio, dirigido por la Dra. Hana Kahleova, de la Universidad de Loma Linda, directora de investigación clínica del Comité de Médicos para una Medicina Responsable (Physicians Committee for Responsible Medicine), analizó cómo el tamaño, el tiempo y el número de comidas consumidas diariamente afectaron los cambios en el IMC (índice de masa corporal) de 50.000 participantes durante siete años. Después de ajustar los factores sociodemográficos y de estilo de vida, Kahleova encontró que comer la comida más grande del día temprano es lo mejor para mantener un peso saludable, al igual que comer con menos frecuencia.
Aunque usted haya oído probablemente el consejo de comer seis comidas pequeñas al día para evitar sentirse demasiado hambriento y comer en exceso - y consecuentemente ganar el peso - la investigación de Kahleova parece recomendar lo contrario. En el estudio, los que comieron más de tres veces al día y tomaron su mayor comida más tarde en el día (después de las 18:00 horas), tuvieron el mayor aumento en su IMC.
Pero la pérdida o ganancia de peso no es en última instancia las calorías que entran y las que salen. ¿No importa cuándo se comen o se queman? Kahleova argumenta que no es tan sencillo.
"Nuestro cuerpo tiene un reloj interno que regula los niveles de diferentes hormonas durante el día", dice Kahleova. "Así, por ejemplo, la insulina se secreta más eficientemente por la mañana. Por lo tanto, nuestra toma de carbohidratos más grande debe ser por la mañana."
El estudio también encontró que aquellos que comían menos de tres comidas al día y aquellos que tenían una larga noche de ayuno (18 horas o más) también vieron disminuciones en su IMC. Por lo tanto, para combinar todos los resultados en un patrón dietético óptimo que lleve a una pérdida de peso, el estudio sugiere tomar un gran desayuno, ingerir el resto de calorías durante el día en la comida, y después no tomar nada durante el resto del día.
Sin embargo, el estudio tuvo sus limitaciones: los investigadores no fueron capaces de rastrear si la pérdida de peso de los participantes era intencional o no, y, como con cualquier estudio observacional, siempre existe la posibilidad de que los cambios en el IMC no estuvieran relacionados con las horas de las comidas. Pero en general, los resultados sugieren que evitar el picoteo, tomar la comida más grande del día en el desayuno y comer menos comidas, puede afectar positivamente al IMC. Así que si usted desea mantener o perder peso, puede ser que valga la pena considerar la incorporación de algunos de estos hábitos en su estilo de vida.
Fuente: https://www.washingtonian.com/2017/07/17/this-dc-nutrition-researcher-thinks-you-should-skip-dinner-and-have-a-huge-breakfast-instead/
Pubmed: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27921420
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